Desde que aprendes a ver la vida como un mundo sin pausa entiendes que eres tu el que tienes que detener algunas partes para que otras funcionen.
Dejar de escribir en noviembre quizás no fue lo más acertado, sin duda no era lo que yo deseaba, pero era algo debía hacerse. Algo necesario.
No ha pasado mucho desde entonces y como prometí, actualicé el blog, algo más acorde a como me siento yo, algo más cercano a mi.
Aunque ya ha pasado 2015, a este blog aun le quedan unos meses para cumplir años, es extraño el tiempo. Percepción humana desligada de la naturalidad biológica pero profundamente arraigada en la cultura. En cualquier cultura.
No he cumplido los propósitos que propuse para este blog, ni siquiera de lejos, pero he aprendido mucho en algo menos de un año, o eso es lo que siempre se dice.
Lo cierto es que siento que no he aprendido casi nada en cuanto a escritura se refiere, en cuanto a creatividad, guión, desarrollo. No me he forzado, lo he dejado llevar, como si fuera a hacerse solo.
Pero si no lo hago yo ¿Quien?
No falsificaré la verdad, no voy a mentir, las cosas son así, no se hizo en su momento y no tiene solución. Pero eso no implica que este deprimido por ello, he hecho muchas otras cosas de las que estoy muy orgulloso.
Hoy volvemos a la carga, con algunas novedades y con un lavado de cara. Sigo siendo yo. Pero soy otro Yo.
Second Sun 
Lo importante es no dejar de escribir. En mi caso intento mantener el blog escribiendo lo que se me ocurre, realmente trato que sea natural. Había pasado casi un mes sin una entrada nueva y comencé el 2016 publicando entradas que tenia en «borradores» esperando el momento preciso para que vieran la luz, así que en cierto sentido, la mayoría de las entradas de este año, fueron iniciadas en en el 2015 ¡y algunas en el 2014! No se que estaba esperando a decir verdad.
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Jajaja hace poco comentaba con una amiga, escritora también, cuan importante era la constancia, decía que ella no había parado y era el mejor consejo que poía darme. Veo que no es la única que lo piensa 🙂
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Claro, porque escribir es como hacer ejercicio; te vuelves más ágil o fuerte en cada entrenamiento.
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